En las tierras de Otavalo, Ecuador, se encuentra un pueblo arraigado en su identidad kichwa, donde la shimba, una trenza distintiva, se erige como un símbolo sagrado de su herencia cultural. En un contexto de pluriculturalidad, donde El castellano y El kichwa en Otavalo coexisten, los otavaleños han mantenido viva su rica tradición a lo largo de los siglos.
Diferentes pueblos indígenas poblaron la región. Sin embargo, con la colonización, los indígenas se convirtieron en siervos y esclavos, enfrentando la explotación y la persecución. A pesar de estos desafíos, la población kichwa otavaleña ha emergido con una autovaloración de su identidad étnica, basada en sus tradiciones y valores culturales.
La shimba, una trenza que forma parte integral de la vestimenta indígena, se ha convertido en un distintivo de la identidad otavaleña. Impuesta por los españoles durante la época de la conquista, esta trenza es un legado ancestral que se ha mantenido a lo largo de generaciones, representando la sabiduría y la fuerza de cada individuo.
Para los otavaleños, la shimba va más allá de ser un simple adorno; es un símbolo sagrado que les permite identificarse en cualquier parte del mundo. Tanto en hombres como en mujeres, esta trenza es un complemento esencial de su indumentaria, resaltando su conexión con su cultura y su historia.
Sin embargo, en la era de la globalización, las nuevas generaciones enfrentan desafíos para preservar estas tradiciones. La influencia de la cultura dominante y los procesos migratorios han llevado a una disminución en el uso del la shimba y otros aspectos de la identidad kichwa. A pesar de estos cambios, la importancia de la trenza como símbolo de identidad del Pueblo Otavalo sigue siendo fundamental para la preservación de la cultura otavaleña en un mundo en constante cambio.
