En los rincones tranquilos de Otavalo, Ecuador, se esconde una leyenda que ha intrigado a generaciones enteras: la leyenda de la Pánfila. En el pintoresco barrio de la Florida. Se susurra sobre un ser misterioso que acecha en la oscuridad.
Un hombre fue asaltado cerca de las piscinas del Neptuno. Lo despojan de sus pertenencias, dejándolo temblando y pálido como si hubiera visto un cuco. Este evento perturbador marca el inicio de una serie de sucesos inexplicables que dejan al vecindario en un estado de inquietud y temor.
En las noches siguientes, más incidentes desconcertantes ocurren. Dos borrachos que se quedan dormidos en las gradas del socavón. Ellos amanecen en un estado extraño, como si hubieran sido víctimas de algún tipo de influencia sobrenatural. El barrio, una vez lleno de risas y alegría, comienza a sentirse triste y solitario mientras la sombra de la Pánfila se cierne sobre él.
Es en estas horas silenciosas cuando un panadero tiene un encuentro inquietante con un ser alto, vestido con un largo vestido y llevando consigo un bolso grande. Esta figura enigmática es identificada como la Pánfila.
La Pánfila, duerme durante el día y despierta en la noche para acechar el vecindario en busca de sus víctimas. Algunos dicen que es el espíritu de una mujer que murió trágicamente en el barrio. Otros creen que es una entidad sobrenatural que ha elegido Otavalo como su territorio de caza.
Aunque el barrio de la Florida en Otavalo pueda parecer tranquilo y apacible durante el día. Es cuando cae la noche y tiene lugar la leyenda de la Pánfila en Otavalo, recordándonos que en la oscuridad, cualquier cosa puede suceder. ¡Conoce acerca de Mitos y Leyendas de Otavalo!
